CALLIPHORA VICINA

El género Calliphora comprende especies de tonos azulados, moscas grandes (pueden superar el centímetro de longitud, que para una mosca es ya un tamaño considerable) y robustas. Destaca por su frecuencia la especie Calliphora vicina.

Calliphora vicina
Esta mosca tiene el tórax gris pálido y el abdomen azul metálico; cuerpo cubierto de pelos negros, más numerosos en el abdomen.
Ojos rojos, alas transparentes.

A esta gran mosca, distribuida por Europa y América, la conocemos muy bien porque se la puede ver volar en los meses de invierno, aunque en mayor presencia a principios de la primavera.
La Ciencia hace tiempo que se interesó por esta mosca, y otras de su familia, pues este insecto juega un rol muy importante para la Criminología forense, al ser uno de los primeros en colonizar los cadáveres durante los meses invernales.
Detectado el cadáver con su agudísimo olfato, la hembra vuela rápidamente hacia él y deposita sus huevos, que tardan unas 24 horas aproximadamente en eclosionar. Además el cadáver representa para la mosca adulta una gran fuente de proteínas, necesarias para poder desarrollar huevos viables en sus ovarios.

Las larvas, como buenas necrófagas (casi todas las larvas de las moscas Calliphoridae lo son, salvo algunas pocas especies como Cochliomyia hominivorax que sólo comen tejido vivo) van alimentándose del cadáver, completando las tres fases de su desarrollo. Este proceso es justo el que permite al entomólogo determinar con gran precisión la fecha de la muerte de la víctima en los casos criminales o en muertes ocurridas bajo extrañas circunstancias.
Sin embargo el cálculo post mortem requiere también del conocimiento de otras variables, como la temperatura del lugar, que juega aquí un papel fundamental.

LA MOSCA Y LA TEMPERATURA
Las moscas, como los demas Dípteros, son animales ectotérmicos, es decir que son incapaces de regular su temperatura corporal. Esto significa que su capacidad de desarrollo (lo mismo que el resto de sus procesos fisiológicos) depende directamente de la temperatura ambiental. A tal fin los califóridos son muy sensibles a la temperatura del entorno, pudiendo detectar pequeños cambios de ésta, incluso de tan sólo un cuarto de grado centígrado.
Según estudios realizados para la población de Calliphora vicina en el norte de la Península Ibérica (es posible que en otros lugares pueda haber variaciones en los datos), el límite máximo de temperatura, o umbral máximo, está entre 33-34 grados C, ya que a 35 grados las larvas se vio que ya no eran capaces de finalizar su desarrollo larvario ni pupar. En el otro extremo, el umbral mínimo se determinó que se encuentra en 4-5 grados C.
El estudio probó que el rango óptimo para el desarrollo de Calliphora vicina es de 20-25 grados C, dado que es dentro de él donde la mosca alcanza su mayor tamaño corporal en el menor tiempo. Fuera de este rango, el estrés biológico se incrementa, con adultos de dimensiones menores y tiempos más largos para completar el proceso de desarrollo.
El estudio aportó interesante informacion para el entomólogo forense, ya que observando el grado de desarrollo de las larvas encontradas en el cadáver, el profesional puede comparar su longitud y estado con los resultados obtenidos previamente en el laboratorio en condiciones controladas, particularmente útil cuando la temperatura ambiental se ha mantenido estable o con muy pocas variaciones, como ocurre por ejemplo en el interior de una vivienda.

Ejemplar de Calliphora vicina fotografiado en el Parque Fluvial del rio Besós, prov. Barcelona, durante la primavera

El estudio mencionado se llevó a cabo con la especie Calliphora vicina entre otras razones por ser una califórida abundante y activa a lo largo del año en la región.

BIBLIOGRAFÍA
"Primeros resultados sobre desarrollo de Calliphora vicina bajo condiciones controladas de temperatura"
Beatriz Díaz Martín
Ainhoa López Rodríguez
Marta I. Saloña Bordas

2014